Razón vs. Pasión

No podemos pasar de largo al hablar del ser humano, que este es un ser racional, cualidad que nos diferencia de los animales. En algunos esta cualidad se hace más notoria que en otros pero eso no viene al caso.
De la misma manera no podemos pasar por alto que el ser humano es un ser pasional, ya que día a día convive con diferentes sentimientos y emociones, otra de las cualidades que nos diferencian de los animales.
Bien y aquí empieza la cuestión que quiero expresar en estas líneas, quien domina al ser humano, la pasión o la razón? Esto depende mucho de la persona en cuestión que estemos analizando, hay quienes viven su vida de manera muy racional, como quienes se guían por sus pasiones.
Personalmente creo que en este aspecto lo mejor es hacer un balance, uno no puede dejar que lo dominen sus pasiones porque viviría la vida sin pensar siquiera en las consecuencias de sus acciones, aunque tampoco se puede razonar todo de sobremanera porque se perdería el vértigo de vivir la vida.
Conseguir este balance es más fácil decirlo que hacerlo, ya que es más frecuente ver a la pasión vencer a la razón que viceversa.
Por esto es que se debe utilizar la razón para guiar a la pasión, hacia formas de expresión beneficiosas y constructivas. Muchas veces nuestros sentimientos y emociones se encuentran tan a flor de piel que suelen explotar como un barril de pólvora. Es aquí que se debe utilizar la razón para guiar dicha explosión para minimizar los daños y maximizar los beneficios. Es algo difícil de lograr pero debe de ser ejercitado para ir lográndolo con el tiempo. De todas formas la pasión nunca esta dominada por completo, tampoco esto es necesario, seria un mundo completamente inhumano si así fuera.
De hecho esta estudiado, que los seres humanos necesitan pasiones para poder razonar con eficacia. Las persona no somos maquinas y por ende no deberíamos funcionar como tales.Me gustaría cerrar este texto con una frase que encontré de un pensador chino llamado Laozi el cual dice: “Quien conquista a los demás es poderoso; quien se conquista a sí mismo es sabio.”